Otra buena obra para practicar: LA CONFESIÓN DEL NOMBRE DEL SEÑOR JESUCRISTO
AL PADRE
Confesión para dar frutos al Padre por medio del Señor
Jesucristo, para que el Padre sea glorificado en el Hijo, en Jesús el mesías.
Para practicar las buenas obras somos ayudados por el Espíritu Santo, quien nos fue dado por el Padre, gracias a que el Señor Jesucristo terminó su obra en la cruz, cuando murió, luego resucitó y ascendió a los cielos.
Juan 8:12:
Otra vez Jesús les habló, diciendo:
Yo soy la luz del mundo;
el que me sigue, no andará en tinieblas,
sino que tendrá la luz de la vida.
Padre Celestial en este momento queremos confesar a Jesús
delante de ti, usando estas palabras:
Padre Celestial Jesús es la luz del mundo.
Abba Padre Jesús es la luz del mundo, lo confieso delante de
ti, tu Hijo se reveló a nosotros como la luz del mundo, si amén Padre. Jesús la
luz lo alumbra todo, él es tu lumbrera, así que cuando veo el sol, veo una
lumbrera que alumbra en el cielo, Tu hijo es el creador del sol, cuanto más
Jesús, quien es la misma luz, alumbra a todo el mundo, alumbra sobre buenos y
malos.
Padre amado, cuando Jesús moría en la cruz, en ese momento
resplandeció con todo su esplendor sobre las tinieblas de satanás, triunfando
sobre ellas.
Te alabo Padre Señor del cielo y de la tierra porque tu Hijo
Jesús venció a satanás en la cruz, y su luz resplandeció sobre todo el mundo.
Padre Santo, antes no podíamos seguirte porque estábamos en
tinieblas, pero Jesús resplandeció sobre las tinieblas en la cruz y ellas no
pudieron prevalecer contra él, el Señor Jesús las venció para alumbrar a todos
los del mundo que estaban en tinieblas, Padre, fuimos alumbrados por Jesús y
las tinieblas se fueron, nos sacaste de las tinieblas con tu luz admirable.
Padre amado, no podemos seguir a Jesús aunque ya no estamos
en tinieblas, necesitamos tu gracia en nosotros, necesitamos tu fortaleza,
necesitamos tu socorro diariamente, Padre celestial en el momento que creamos
que podemos seguir a tu Hijo Jesús con nuestras fuerzas, en ese momento
comenzaremos a rodearnos de tinieblas, por eso Padre confieso que Jesús es la
luz del mundo, solo él nos alumbra para poder seguirlo, su luz en nosotros es
el poder para seguirle, amén Padre, tu Hijo Jesús nos alumbra para poder
seguirle, es como una antorcha en la oscuridad.
Padre Celestial, te glorifico por tu luz, te glorifico por
tu Hijo Jesús.
Padre bueno, Jesús es la luz del mundo, él nos alumbra, y su
luz es la luz de la vida, porque las tinieblas son muerte eterna, más ahora
tenemos la luz de vida eterna, Luz que nos da vida, Jesús nos alumbra y es vida
en nosotros.
Padre bueno que dices tu de tu Hijo: Jesús es la luz del
mundo.
Que confesamos delante de ti en Jesucristo: Tu Hijo Jesús es
la luz del mundo.
Padre recibe este fruto que estamos dando para ti, para tu
deleite y para tu gloria eterna.
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