QUE ES LA OBRA COSUMADA

QUE ES LA OBRA COSUMADA

Jesucristo consumo la obra

Jesucristo consumo la obra

Translate

Powered By Blogger

domingo, 17 de enero de 2021

Carta del Apóstol Pablo a los Efesios: Audio Libro completo

 Leamos en voz alta:

 

Juan 3:16: Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.

De tal manera Dios amó al mundo,  es un amor diferente, Dios es amor, y de tal manera que no se quedó quieto, sino que envió a su Hijo unigénito, ese Hijo unigénito es el Señor Jesús.

El mundo son las personas, así que nosotros formamos parte de ese mundo que Dios amó.

Puede confesar ahora mismo: ¡Dios me amó, él me ama!, ¡Soy amado por Dios!

Porque nos amó envió al Señor Jesús.

El Hijo Jesús fue enviado por el Padre por amor, Somos Amados por Dios.

El Hijo fue enviado para que todo aquel que en él crea, no se pierda, mas tenga vida eterna.

Hemos creído que Jesús es el Hijo de Dios, si creemos tenemos vida eterna en este mismo momento, no es solo futuro, es ahora mismo, porque la vida eterna es el mismo Señor Jesús.

Puedes confesar: Yo creo que Jesús es el Hijo de Dios, tengo vida eterna, tengo al Señor Jesús.

Ahora tienes la seguridad que no te perderás, tu vida será en el Señor Jesús, no iras al infierno, tu eres especial, eres amado por Dios.

Oh Señor Jesús dame vida, y llévate todo lo contrario a esa vida.

Romanos 5:8: Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.

Todos somos pecadores, todos pecamos contra Dios, y dentro de nosotros sentimos un deseo o fuerza de no hacer su voluntad, pero Dios nos muestra su amor en que aún pecando contra él, Cristo Jesús murió por nosotros.

Dios no te amó porque no tenías pecado, sino que  aun que eras pecador, te amó.

No te amó solo cuando estabas sano, sino aún te ama en enfermedad.

El pecado de las personas no es culpa de Dios, es responsabilidad de los hombres, a pesar de esto, Dios mostró su amor dejando que Cristo, su Hijo, muriera por nosotros.

Esto es algo maravilloso Dios ya demostró que nos ama, nos amó en la niñez, nos amó en nuestra  juventud y nos amará toda nuestra vida.

Nos ama en nuestra debilidad, nos ama en nuestra confusión, nos ama aun cuando no queremos hacer su voluntad.

Por eso su amor no demanda que nos cambiemos a nosotros mismos, sino que nos dejemos amar por él cada dia, y Dios  hará un cambio en nosotros, Su amor provoca un cambio maravilloso en nosotros.

Romanos 5:5: y la esperanza no avergüenza; porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado.

La noticia maravillosa es que Jesús resucitó, y ahora está vivo, en nosotros y con nosotros, y Dios derramó su mismo amor en nuestros corazones.

Confiesa esto: Dios ha derramado su amor en nuestros corazones, estoy lleno del amor de Dios.

Y para que?

leamos

1 Juan 4:19: Nosotros le amamos a él, porque él nos amó primero.

Dios derramó su amor en nuestros corazones para que amemos a Dios de la misma forma que él nos ama.

El Diablo trata de destruir la obra de Dios en las personas.

Pero nada puede separarnos del amor de Dios.

Romanos 8:39: ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.

Nada nos puede separar del amor con que Dios nos ama.

Nada nos puede impedir que Dios nos siga amando,

El diablo nos daña para que culpemos a Dios de no amarnos, pero Dios aún nos ama, y nada nos separará de su amor.

Gálatas 5:14: Porque toda la ley en esta sola palabra se cumple: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.

Dios nos amó, hemos creído que Jesús es su Hijo, que Dios nos mostró su amor al dejar que Cristo muriera por nosotros,  ese amor lo derramó en nuestros corazones.

Ahora podemos amar a otros, y a una persona muy especial: TU MISMO.

Dios quiere que nos amemos a nosotros mismos con su amor,

puede amarte a ti mismo tal como eres, no importa el color de piel, la forma de nuestra cara, nos amamos y nos aceptamos. Sabiendo que nada nos separará del amor de Dios.

Dios comienza a ayudarte para que no te dejes de amar a ti mismo, para que veas el valor que tienes a sus ojos. Te amo tanto que su propio Hijo, el Señor Jesús murió por ti.

1 Pedro 1:22: amaos unos a otros entrañablemente, de corazón puro;

Ahora que está derramado el amor de Dios, podemos amarnos unos a otros, y algo muy maravilloso, podemos perdonar a otros y a nosotros mismos.

Oración: Padre Celestial, te doy gracias porque me amó, he creído que Jesús es su Hijo, que has mostrado que me amas  dejar que Cristo muriera por nosotros, ese amor lo derramó en mi corazón. Yo te amo porque tú me amaste primero, ahora creo que nada me separará de tu amor, y me dejo amar por ti, para amarme a mí mismo y amar a otros.

Padre Santo sana mi autoestima y como me veo a mí mismo, te lo pido en el nombre de Jesús tu Hijo, amén.

domingo, 5 de marzo de 2017

Jesucristo expuesto al juicio y castigo de Dios

Jesucristo expuesto al juicio y castigo de Dios
El Hijo de Dios, nuestro Señor Jesucristo, vino al mundo a salvar a los pecadores.
El Hijo de Dios antes de venir a este mundo no estaba expuesto al Juicio y Castigo de Dios.
Al entrar en la raza humana, naciendo como un bebe hombre, quedó inserto y expuesto a la condición de la humanidad, una condición arruinada, veamos tres aspectos de esta condición arruinada:
1. Bajo el Poder del Pecado.
2. Bajo el Poder del Maligno, Satanás el Diablo.
3. Bajo el Imperio o reinado de la muerte.
Jesús es sin pecado, pero en la escrituras se muestra rápidamente que Satanás y sus demonios incitan a pecar al hombre y a la mujer usando las palabras, y son palabras mentirosas, es decir,
somos incitados a pecar mediante el engaño.
Satanás trató por todos los medios que Jesús cometiera pecado contra Dios, pero Jesús no pecó en nada, esto nos demuestra que Jesús entró en la raza humana, él quedo inserto y expuesto a
la condición arruinada de la raza humana, pero no pecó contra Dios, Jesús no estaba bajo el poder del pecado, de Satanás y del Imperio de la muerte.
El plan de Dios, o su deseo es "Revelar su justicia en Jesucristo":
Dios deseaba que su Hijo Jesús cargará con los pecados de todos nosotros y también con toda la culpa de todos los pecados cometidos, para que recibiera el juicio de Dios. Jesús no podía ser
sometido al juicio y castigo de Dios porque no había pecado, pero si cargaba con los pecados y la culpa de todos nosotros, sería hallado digno de ser enjuiciado y castigado por los pecados cometidos contra Dios por todos nosotros. Dios permite que Satanás (quien tiene el imperio de la muerte) le infrinja la muerte al cuerpo de Jesús mientras este colgaba clavado en la cruz. Fue en la cruz donde Jesús se puso en nuestro lugar y cargo con el pecado y la culpa de todos nosotros.
En la Cruz ocurrió un juicio justo.
Jesús fue juzgado como si fuera un pecador por cargar con pecados y culpas ajenas, es decir, de todos nosotros.
1.       El pecado fue juzgado y sentenciado.
2.       La muerte fue juzgada y sentenciada.
3.       Satanás fue juzgado y sentenciado.
Por la fe en Jesucristo somos perdonados de todos nuestros pecados y somos libertados por él de la culpa de cometer pecados contra Dios.
Para quedar libres de los pecados cometidos y la culpa de cometerlos, nosotros también somos enjuiciados y hallados culpables, por eso al momento de creer en Jesucristo somos muertos
juntamente con él, para que en nosotros y sobre nosotros no reine el pecado, Satanás y la muerte.
Satanás ha tocado con la muerte solamente el cuerpo de algunos hermanos y hermanas, por eso morimos solamente en el cuerpo, pero llegará el día en que Jesucristo vuelva por su Iglesia, entonces resucitaremos de entre los muertos con cuerpos incorruptibles de gloria, semejante al de Jesucristo y se cumplirán las escrituras que dicen: Sorbida es la muerte en victoria, y diremos junto con nuestro Señor Jesucristo: Donde está muerte tu aguijón, oh sepulcro tu victoria?
Jesucristo cargó en la cruz con todos nuestros pecados y culpas, fue juzgado y hallado digno de muerte, pero después de tres días y tres noches Dios el Padre lo resucitó de entre los muertos, porque solamente Jesús había tomado nuestro lugar para librarnos de los pecados y su culpa, se Satanás y del Imperio de la muerte.

domingo, 26 de febrero de 2017

1 Corintios 14:2 Porque EL QUE HABLA EN lenguas no habla a los hombres, sino a Dios; pues nadie le entiende, aunque por el Espíritu habla misterios.

Jesucristo ,con su muerte consiguió con el Padre muchos dones espirituales para darlos a todos los creyentes.

Jesucristo al resucitar tiene la autoridad de compartir todos los dones espirituales a la Iglesia.


Jesucristo recibe del Padre los dones espirituales para compartirlos a los hombres, pero, 

Jesucristo los comparte por medio del Espíritu Santo,  quien a su vez, reparte a cada uno o cada creyente como él quiere.

Primero: el hablar en lenguas es un don espiritual de Dios.

Segundo: el que habla en lenguas no habla a los hombres.

Tercero: el que que habla en lenguas habla a Dios.

Cuarto: el que habla en lenguas nadie le entiende, excepto, que hable en lenguas que alguien conozca o bien que las hable.

Quinto: el que habla en lenguas habla por el Espíritu.

Aquí se menciona al Espíritu Santo, así que es el Espíritu Santo quien hace hablar en lenguas al creyente para que hable con Dios el Padre por medio de Jesucristo.

Sexto: el que habla en lenguas por el Espíritu habla misterios de Dios.

Séptimo: El misterio de Dios es la manifestación de Jesucristo.
Este misterio de Dios el Padre que es Jesucristo, contiene en si mismo muchos misterios, que todos en conjunto son el misterio de la piedad de Dios el Padre:

1 Timoteo 3:16 E indiscutiblemente, grande es el MISTERIO de la piedad:
Dios fue manifestado en carne,
Justificado en el Espíritu,
Visto de los ángeles,
Predicado a los gentiles,
Creído en el mundo,
Recibido arriba en gloria.

Octavo: El que habla en lenguas habla misterios, los misterios son el evangelio, el evangelio es la palabra de Dios, la palabra de Dios es Cristo, los misterios son Jesucristo mismo.

Finalmente, el que habla en lenguas habla a Dios los misterios de Dios, es decir, todo lo que está relacionado con el misterio de la Piedad, que finalmente el misterio de la piedad es Jesucristo mismo, quien está revelado en nuestro espíritu humano y en la palabra escrita.

El que habla en lenguas habla de Jesucristo a Dios el Padre.

El Espíritu Santo nos hace hablar de Jesucristo con el Padre, hablamos con Dios Padre del misterio de Jesucristo, esa revelación está contenida en la palabra escrita, así que al hablar en lenguas, hablamos con el Padre sobre la palabra escrita de Dios que nos dan testimonio de Jesucristo.

Noveno: el que habla en lenguas se edifica así mismo porque habla de Jesucristo con el Padre.
Cuando hablamos con Dios no lo hacemos desordenadamente, nunca seremos llevados al desorden y a la indecencia.

Nunca el Espíritu Santo nos hará quedar inconscientes o nos denigrará como persona, haciéndonos hacer cosas que vayan contra el orden o la decencia, o que vayan contra la palabra de Dios, o que causen división entre los hermanos, tampoco hará que Jesucristo pierda la preeminencia en todo.

Recomendamos pues a los hermanos hablar en lenguas por el Espíritu, es decir, cuando el Espíritu Santo nos haga hablar pero con orden y decencia, sabiendo que estamos hablando con el Padre sobre su Hijo Jesucristo, y esto nos edifica como Iglesia de Dios por que somos hechos semejantes a Jesucristo.

Entradas populares