QUE ES LA OBRA COSUMADA

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Jesucristo consumo la obra

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jueves, 1 de abril de 2021

El Señor Jesús es el Apóstol del Padre y para la Iglesia

 El Señor Jesús es el Apóstol del Padre y para la Iglesia.

Hebreos 3:
1. Por tanto, hermanos santos, participantes del llamamiento celestial, considerad al apóstol y sumo sacerdote de nuestra profesión, Cristo Jesús;
Consideremos al Apóstol de nuestra profesión, Cristo Jesús.
EL Señor Jesús es el Apóstol de su Iglesia.
Apóstol quiere decir enviado con un mensaje, enviado a realizar una obra, una misión y comisión.
Jesús como El Apóstol tiene una profesión, profesión viene de profesar, es profesar o confesar el mensaje y mandamientos que le fueron entregados por su Padre, así puede cumplir su obra, su misión y su comisión.
Para que Jesús sea nuestro Apóstol, antes debía existir una relación con la persona que lo envía. Es decir, el ENVIADO O APÓSTOL no se envía solo. Alguien lo envía.
Porque Jesús es el Hijo de Dios Padre, podemos comprender que para ser Apóstol de Dios primero debe existir una relación con Dios, antes de ser enviado al mundo, el enviado era el Hijo del Padre, uno con Dios.
Que Jesús sea nuestro Apóstol, nos muestra que él, como Hijo, tiene una relación con su Padre quien lo envía al mundo.
El Enviado o Apóstol es escogido por quien lo envía. El Hijo de Dios fue escogido por su Padre para ser enviado al mundo, para ser el Apóstol al mundo.
EL Padre se constituyó en Jesús todos los días de su vida, Jesús fue formado como nuestro Apóstol por el Padre. Jesús creció como ser humano, como un hombre, creció en conocimiento y sabiduría de Dios, por eso Jesús es el Enviado o Apóstol, al ser enviado por el Padre, tiene también al Padre viviendo en él, por eso tiene la autoridad, poder y respaldo de quien lo envía.
Jesús es nuestro Apóstol y mantuvo una constante comunión íntima con quien lo envió porque no dependía de sus propias fuerzas. Jesús, el Hijo de Dios, mantuvo una comunión íntima con su Padre Celestial, en los días que vivió en este mundo.
Porque Jesús es el Apóstol sabe que depende de las fuerzas de quien lo envía, por eso dependía del Padre hasta que cumplió su propósito. Por eso está en comunión íntima con quien lo envió, fue para ser ayudado, fortalecido, animado, capacitado, para terminar su obra y entregar su mensaje.
Jesús nuestro Apóstol era llamado a un continuo compañerismo con quien lo envió para poder cumplir su misión. El Señor Jesús tuvo compañerismo con su Padre, en su palabra, en oración, invocación, confesión, acción de gracias, en alabanzas, bendiciendo, glorificando, en obras, por eso dijo: las obras no las hago yo, sino el Padre que mora en mí, él hace las obras. Esto es la gracia de Dios operando en Jesucristo, aquí vemos al Padre como la gracia manifestada en su Hijo Jesús en los días de su humanidad aquí en la tierra. Jesús no obró solo, fue capacitado por el Padre con el Espíritu Santo.
Una vez que los receptores escuchan y reciben el mensaje de Jesús, se daban cuenta que Jesús es el Apóstol de Dios Padre.
Podemos Confesar Jesús es el Apóstol del Padre Celestial. Amén.
Abba Padre, Jesús es tu APOSTOL, amén.
Jesús el Apóstol, constantemente estaba confesando delante de los oidores a quien lo había enviado. Jesús el Hijo de Dios, confesaba constantemente que su Padre lo había enviado.
Jesús y su función de Apóstol o Enviado del Padre:
La Obra de Jesús: obedecer los mandamientos del Padre, morir en la cruz por los pecadores y resucitar después de tres días y tres noches. Impartirse en sus discípulos.
La Misión de Jesús: Salvar al mundo,
La Comisión de Jesús: Predicar, hablar el mensaje al mundo, Anunciar la verdad, el evangelio. Constituirse en sus discípulos.
Jesús es el Apóstol, por su obra, su misión y su comisión, estas cosas son su ministerio entregado por el Padre.
El Señor Jesús es el Apóstol de Apóstoles. amén.
La obra, comisión y misión de Jesucristo como el apóstol no era levantar templos hechos por manos, ni formar ministerios humanos, ni tampoco acumular riquezas, sino anunciar el mensaje que le fue asignado por quien lo envió, su único propósito fue anunciar que él es el enviado del Padre, el Señor y Salvador del mundo, luego entregar su doctrina y edificar y sobreedifica a los que han creído en él.
Acción de gracias:
Padre amado te damos gracias por el Señor Jesús, porque él es el apóstol de la iglesia.
Confesión:
Oh Señor Jesús tú eres el Apóstol del Padre Amado. si amén.
Invocación:
Oh Señor Jesús, te llamó porque te necesito, suple mi necesidad de ti, revelame tu mensaje. si amén.
Gloriarnos en el Señor Jesús;
Abba Padre nos gloriamos en tu Hijo Jesucristo, porque él es el Apóstol y su mensaje fue tu mensaje enviado para salvarnos, si amén.
Glorificación:
Abba Padre, confesamos que Jesús es el Señor, y es el Apóstol de la Iglesia, si amén. te damos gloria al confesar esta verdad. si amén.
Tú, Susana Vasquez y Rene Muñoz

Somos ministros que recibieron un ministerio para ministrar a Jesucristo al Padre Celestial

 Somos ministros que recibieron un ministerio para ministrar a Jesucristo al Padre Celestial.

Dios nos ha hecho sus MINISTROS a todos los creyentes, todos los creyentes tenemos un ministerio.
Dios a todos nos ha dado un ministerio.
Tú tienes un ministerio, yo tengo un ministerio,
A todos los creyentes en Cristo Dios les ha dado un ministerio.
Un ministerio se compone de muchas obras
Pero toda obra o acción, está centrada en Jesucristo nuestro Señor
Esto es así para darle la preeminencia al Señor Jesús.
Al Padre le agradó darle a su Hijo Jesús la preeminencia en todo
Antes de cualquier cosa Dios quiere que nos acerquemos a él haciendo nuestra labor de ministradores
Esto es para lo cual Dios Padre nos llamó y nos salvó: Para ministrar al Señor Jesús al mismo Padre.
Es decir , Dios nos ministra a su Hijo Y nosotros ministramos al Padre a su mismo Hijo Jesús.
Como y cuando lo hacemos:
• Al invocar
• Al orar
• Al confesar
• En Las acciones de gracias
• Cuando Bendecimos
• Cuando damos glorias a Dios
• Cuando nos Gloriarnos en Jesucristo
Nuestra vida se transforma en una vida de ministración. Ministramos al hijo Jesucristo al Padre celestial.
Este es el propósito más sublime: Dios quiere revelarnos a su Hijo Jesucristo por medio de las escrituras para que ministremos a su Hijo a Dios mismo
No hay propósito de Dios para nosotros más alto en el universo o en la creación.
Ahora Dios nos da su gracia para cumplir nuestro ministerio
Cumplir nuestro ministerio con su gracia, en eso se centra toda la vida cristiana.
Es una vida de comunión para ministrarle al hijo Jesucristo a nuestro Padre celestial.
Ministramos en el lugar santísimo y en el trono de gracia
Toda nuestra vida nos presentamos al Padre en Jesucristo y nunca fuera de Jesucristo.
Hoy estamos en Cristo y no fuera de Cristo
2 de corintios 5:17
De modo que si alguno está en Cristo..........
Nueva criatura es.
Estamos en Cristo
El Padre nos puso en Cristo, Por eso somos salvos, Por eso somos nuevas criaturas
Ya no estamos en nosotros mismos, ni en el viejo hombre, ni en Adán
Ahora estamos en Cristo por la gracia de Dios
Las cosas viejas pasaron he aquí todas son hechas nuevas
Algunos piensan que su ministerio es predicar, pero nunca entienden lo que mencionamos anteriormente.
Tu ministerio es recibir revelación del Hijo y luego ministrarlo al Padre celestial
Si comprendes, recibe gracia de Cristo para hacerlo, para ministrar,
Dios te ha hecho un sacerdote que ministra a Cristo hacia su trono, esto es el evangelio.
Ahora como resultado de esta relación con Dios, predicar se torna algo natural, no forzado,
Predicar tendrá un solo objetivo:
Dar testimonio de la muerte y resurrección de Cristo hacia ti mismo y a otros
Cada vez que vayas a la escritura es para encontrar a una persona maravillosa; al Señor Jesús.
Un hombre caminaba por un río de aguas cristalinas, contra la corriente buscando piedras preciosas en el lecho del río.
Cada vez que caminaba miraba hacia el fondo del río esperando encontrar alguna piedra preciosa, halló una, dos, tres, las tomaba y las guardaba, ese era su especial tesoro.
Si buscas a Cristo en la palabra, tú serás ese hombre del río.
Cada piedra preciosa representa algún aspecto del Señor Jesús
Y tendrás refrigerio para tu alma y medicina para tus huesos.
Algunos buscan predicar temas
Pero la palabra tiene un solo tema, el Señor Jesús, cada palabra de las escrituras da testimonio de él.
Cristo es nuestro tesoro, y nuestra riqueza
El dijo: Escudriñad las escrituras, porque ellas dan testimonio de mí y en ellas les parecerá que tienen la vida eterna.
Esta es la voluntad del Padre amado. Bendito por los siglos.
Para que luego nos acerquemos a Dios Padre en Cristo y no fuera de Cristo, para ministrarle a Cristo. Amen. Sabiduría de Dios inmensurable.
Quien le dio primero a él, para que luego él nos pueda dar?? Quien lo enriqueció a él para que luego él nos enriqueciera??
Porque Dios no es nuestro servidor, nosotros somos sus siervos.
No podemos servir a Dios con sabiduría humana, sino con la sabiduría que viene de lo alto , la cual es pacífica, llena de buenos frutos.
Cada día recibamos a Cristo para luego ministrarlo al Padre celestial, Cumplamos nuestro ministerio con su gracia, Sí Amén.
Oh Señor Jesús
Oh Señor Jesús
Oh Señor Jesús.
Abba Padre tú eres santo
Jesucristo es el Señor

Jesucristo nos hizo Sacerdotes para Dios Padre.

 

Éxodo 28:

1 Harás llegar delante de ti a Aarón tu hermano, y a sus hijos consigo, de entre los hijos de Israel, para que sean mis sacerdotes; a Aarón y a Nadab, Abiú, Eleazar e Itamar hijos de Aarón.

2 Y harás vestiduras sagradas a Aarón tu hermano, para honra y hermosura.

3 Y tú hablarás a todos los sabios de corazón, a quienes yo he llenado de espíritu de sabiduría, para que hagan las vestiduras de Aarón, para consagrarle para que sea mi sacerdote.

Dios le dijo a Moisés: haz llegar delante de ti a Aarón y a sus 4 hijos,  para que sean mis sacerdotes. Luego le harás vestiduras sagradas, para honra y hermosura.

Una vez vestidos con las vestiduras  sagradas, Dios los consagraría como sus sacerdotes.

Aarón y sus hijos fueron  apartados por Dios de entre el pueblo de Israel para que fuesen sus sacerdotes,  y los vistió con vestiduras sagradas  para honrarlos y hermosearlos. Y una vez vestidos con las vestiduras sagradas los consagró como sus sacerdotes.

Un sacerdote es alguien que ministra algo a Dios. Aarón y sus hijos fueron sacerdotes de Dios que ministraban en el tabernáculo de reunión, y Aarón se presentaba en el tabernáculo con el cordero  del sacrificio. Una vez sacrificado el cordero tomaban su sangre con la cual entraban en el lugar santísimo para expiar los pecados del pueblo de Israel y los cometidos por el mismo, pero la sangre de los machos cabríos y otros animales, no podían quitar el pecado, solamente los cubrían, en espera que apareciera el salvador que quitara realmente los pecados.

Los sacerdotes que ministraban siempre debían entrar al lugar santísimo con la sangre derramada por el cordero del sacrificio y en fe. Sin santidad derivada de la  FE, morían inmediatamente en la presencia de Dios, pero si estaban en santidad que venía como resultado de  su fe, podían ofrecer la sangre a Dios y expiar los pecados del pueblo y disfrutar de su presencia.

Jesucristo es nuestro Sumo sacerdote que presentó el cordero para el sacrificio y luego con la sangre de ese cordero se presentó ante Dios para quitar y perdonar los pecados de todo el mundo.

Jesucristo es nuestro sumo sacerdote y el cordero del sacrificio es el mismo Jesucristo, y la sangre derramada del cordero del sacrificio, es la misma sangre derramada por Jesús.

Donde Jesús derramó su sangre?

En el lugar determinado: la cruz, allí cuando moría por nuestros pecados. Su sangre fue presentada ante el Padre celestial para quitar y perdonar todos nuestros pecados.

Dios Padre no se complacía en la sangre de los animales sacrificados, ellos solo anunciaban la venida del mesías sufriente, que moriría como un cordero sacrificado, dando su sangre como la ofrenda para el perdón de los pecados.

 

 

Como sabemos que la sangre de Jesús fue aceptada por el Padre celestial para perdón de nuestros pecados?

Porque Jesús resucitó de los muertos.

La resurrección del Señor Jesús demuestra que el Padre lo aceptó como sumo sacerdote, como el cordero del sacrifico y recibió su sangre para el perdón de pecados de todos los que crean en él.

Así que Jesucristo  se presentó al Padre como el sumo sacerdote y como el cordero del sacrificio  y la sangre de su cuerpo, como la sangre derramada por el cordero del sacrificio.

Ahora por la FE en Jesucristo todos nuestros pecados son perdonados, somos lavados y limpiados por la sangre de Jesucristo.

Quien aplica la sangre de Jesucristo a nosotros?

Es el Espíritu Santo  quien  aplica la sangre de Jesucristo en nosotros los creyentes en Jesucristo, por eso se le llama el Espíritu Santificador.  El Espíritu Santo nos santifica.

Apocalipsis 1:

Verso 5 y de Jesucristo el testigo fiel, el primogénito de los muertos, y el soberano de los reyes de la tierra. Al que nos amó, y nos lavó de nuestros pecados con su sangre,

Verso 6 y nos hizo reyes y sacerdotes para Dios, su Padre; a él sea gloria e imperio por los siglos de los siglos. Amén.

Jesucristo nos hizo reyes y sacerdotes para Dios su Padre, a todos los que hemos creído en él.

Tenemos una nueva identidad en Cristo, somos sacerdotes para Dios su Padre.

Quienes son sacerdotes para Dios Padre?

Todos los creyentes en Jesucristo.

Dios nos apartó del mundo en Jesucristo  para hacernos sus sacerdotes.

Algunos dicen que los ministros o ministradores o sacerdotes solamente son los pastores,

Otros dicen que los ministros o ministradores o sacerdotes, solamente,  son un grupo selecto o escogido.

Más Jesucristo nos hizo SACERDOTES a todos los que hemos creído en él.

Jesucristo nos hizo sacerdotes para presentarnos ante Dios Padre,  pero un sacerdote es un creyente que ministra algo a Dios.

 

Como Sacerdotes no podemos presentarnos ante Dios Padre con las manos vacías, siempre debemos presentarnos en Cristo y con Cristo ante Dios Padre.

NO nos presentamos ante Dios Padre con nuestras obras, buena conducta o por sacrificios que hagamos.

Nos presentamos ante Dios Padre como sacerdotes y no vamos ante él con las manos vacías, tomamos al Señor Jesús como el cordero sacrificado por nosotros, y su sangre derramada como el elemento que limpia nuestros pecados.

Jesucristo terminó su obra en la cruz, murió y derramó su sangre para el perdón de nuestros pecados.

Sacerdotes de Dios Padre siempre nos presentamos ante  él en Jesucristo y  con Jesucristo como  nuestro cordero y su sangre derramada como la sangre derramada ofrecida para el perdón de nuestros pecados.

Cuando oramos por nosotros o por alguien, no pensamos que nuestra oración es un intercambio de oración por bendición.

O NO nos presentamos ante Dios Padre creyendo que él debe premiarnos por nuestra buena conducta.

O No nos presentemos ante Dios Padre pensando que nuestra oración es un sacrificio, o nuestro ayuno es un sacrificio, o nuestra vida cristiana es un sacrificio y por ese sacrificio Dios Padre debe oírnos  y respondernos, olvidando que Jesucristo es el cordero ya sacrificado por nosotros.

Si pensamos que Dios Padre debe oírnos  y respondernos porque nos hemos portado bien, faltamos el respeto a Dios con un espíritu de incredulidad que nos lleva a pensar que podemos añadirle algo a Jesucristo y a su obra consumada. Teniendo por inmunda la sangre del pacto y pisoteando al Hijo de Dios.

Dios nos ha vestido con vestiduras sagradas que nos dan honra y hermosura, ya no estamos desnudos ante Dios, sino que estamos vestidos y revestidos del Señor Jesucristo.

Sino que nos presentamos como sacerdotes  ante Dios Padre,  en el lugar santísimo, solo por Jesucristo y por qué él ha terminado su obra, considerando su sangre derramada que limpió nuestros pecados y nos permite presentarnos limpios ante Dios.

Siempre debemos decir : Padre me presento ante ti como tu sacerdote y me presento en Cristo y nunca fuera de él, creyendo que él es mi sumo sacerdote y quien terminó la obra y derramó su sangre que permite ser Salvo, ser limpiado y perdonado de todo pecado,  Si , amén.

 

 

 

 

 

 

 

 

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