Estamos en el mundo aún, pero no deseamos vivir como el mundo porque tenemos al Espíritu Santo morando dentro de nosotros, porque estamos en Cristo y fuimos aceptados por el Padre celestial.
Tenemos el tesoro que es Cristo en vasos de barro, por lo tanto necesitamos ser llenos del Espíritu Santo, necesitamos ser fortalecidos para vencer nuestra propias concupiscencias o deseos pecaminosos, necesitamos ser entregados diariamente a la voluntad de Cristo y NO ha nuestros propios deseos o caminos pecaminosos.
Santiago 1:14: sino que cada uno es tentado, cuando DE SU PROPIA concupiscencia es atraído y seducido.
Nuestra concupiscencia nos tentará para hacer cosas que NO convienen y que son pecado contra Dios y su Cristo.
Necesitamos orar y la oración es una obra de gracia, que exalta a Dios y su abundante gracia dada a nosotros en Cristo.
La oración misma es un acto de la gracia de Dios, me lleva a reconocer a Cristo para llegar al Padre.
La oración es un acto de dependencia de Dios.
El Espíritu Santo unido a nuestro espíritu humano nos hace estar dispuestos a recibir la gracia de Dios, a que participemos de Cristo como la fortaleza en nuestras vidas.
Marcos 14:38: Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la CARNE ES débil.
El único que nos puede ayudar para que NO nos entreguemos a nuestras propias concupiscencias es Dios.
Entregar es lo mismo que decir que Dios nos deja andar en nuestros propios deseos o caminos pecaminosos. Eso, No nos conviene, porque todo pecado tiene consecuencia.
Hechos 17:30: Pero Dios, habiendo pasado por alto los tiempos de esta ignorancia, AHORA MANDA A todos los hombres en todo lugar, que se arrepientan;
Romanos 1:24: Por lo cual también Dios los entregó a la inmundicia, en las concupiscencias de sus corazones, de modo que deshonraron entre sí sus propios cuerpos,
Salmos 27:12: NO ME ENTREGUES a la voluntad de mis enemigos;
Porque se han levantado contra mí testigos falsos, y los que respiran crueldad.
Debemos orar que Dios no nos entregue a la voluntad de nuestros enemigos (las concupiscencias)
Jesucristo nuestro Señor venció la carne y sus deseos con su muerte en la cruz.
Gálatas 5:24: Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus PASIONES y deseos.
Jesucristo resucitó para darnos veredas derechas nuevas:
Podemos pedir a Dios que nos entregue a sus veredas derechas.
Podemos pedir a Dios que nos provea de sus veredas derechas.
Jesucristo fue exaltado y glorificado después de su muerte y resurrección para proveernos de sus veredas derechas.
Oración:
Padre Celestial hazme participar de la victoria de Cristo en la cruz del calvario te lo pido en el nombre de Jesús. Que tu Espíritu Santo me comparta a Cristo como poder y obediencia.
Meditación:
Dios es el único que nos hace andar por veredas derechas, esto quiere decir gustar a Cristo como el poder para vencer la concupiscencia y gustar a Cristo como obediencia hacia Dios.
Proverbios 4:11: Por el camino de la sabiduría te he encaminado,
Y por veredas DERECHAS te he hecho andar.
Esto no es simple doctrina o teología, es Cristo en nosotros.
