Mateo 21:12: Y entró Jesús en el templo de Dios, y echó fuera a todos los que vendían y compraban en el templo, y volcó las mesas de los cambistas, y las sillas de los que vendían palomas;
Los que vendían y compraban en el templo, las mesas de los cambistas, y las sillas de los que vendían palomas; representan todo aquello que es pecado y que aparta al hombre de la comunión intima con Dios, es todo aquello que no permite admirar a Jesucristo.
Nosotros somos EL TEMPLO del Espíritu de Dios, Dios habita en su templo y Jesucristo limpia el templo de Dios echando fuera todo aquello que estorba la comunión con Dios el Padre y que NO permite que tengamos revelación de Jesucristo y que nos impide disfrutar a Jesucristo como vida y poder.
1 Corintios 6:19: ¿O ignoráis que vuestro cuerpo es TEMPLO DEL Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros?
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